Carlos Briso-Montiano

Psícologo clínico

Enfrentarse a la DEPRESIÓN



En ocasiones nos sentimos abrumados por la tristeza, vivenciando una desesperanza que nos puede llevar a renunciar,  a dejar de seguir luchando , a abandonar y a percibir que nada tiene sentido ya. Podemos llegar a sentir que ya no somos los protagonistas de nuestra propia vida, sino más bien espectadores. 


Durante el proceso terapéutico a menudo se experimenta con técnicas específicas enfocadas al presente, para abordar la culpa, los pensamientos reiterativos, el dolor, la rabia y el propio estado de renuncia. El trabajo terapéutico está relacionado con estrategias para experimentar y percibir, y poco a poco poder retomar la vida e ir redescubriendo nuestro propio sentido de la existencia. Se trata de una  terapia profunda con efectos que se prolongan en el tiempo, que tiene como objetivo que nos sintamos protagonistas de nuestro propio cambio, recuperar y desarrollar nuestros recursos para afrontar las dificultades


Liberarse de la ANSIEDAD


En ocasiones podemos experimentar la ansiedad de una forma que interfiere en nuestra vida diaria, incluso experimentado crisis de angustia o intensas preocupaciones, y a veces estas experiencias limitan nuestra libertad. 


Podemos abordar estas dificultades desde distintos ángulos, y si la persona lo desea, es posible utilizar técnicas específicas adaptadas a cada caso,  que suelen ser altamente eficaces para afrontar el malestar. Habitualmente se percibe una mejoría significativa en un tiempo breve.


Dejar atrás las fobias


A veces sentimos un miedo intenso a ciertos elementos o situaciones, o simplemente miedo a padecer una crisis de pánico en determinados momentos. 


Los acercamientos clásicos aunque efectivos puedes suponer experimentar cierto malestar. Desde un enfoque estratégico se trabaja con estos casos como una mirada lúdica,  curiosa, donde a menudo se experimenta bienestar y autoconfianza a medida que progresivamente dejamos el miedo atrás. Para ello pueden ser de utilizad un conjunto de técnicas específicas altamente efectivas, adaptadas a las características y el ritmo de cada persona.


Procesar y superar vivencias traumáticas 


En consulta es frecuente que la persona que acude haya experimentado algún suceso traumático que le esté generando malestar, es posible que lo re-experimente incluso ante situaciones o personas remotamente relacionados, lo que a veces nos sumerge en un estado de hipervigilancia, miedo, ira y dolor. Es muy difícil evitar todo lo que nos puede recordar el trauma. 


La terapia permite hacer fluir y canalizar las emociones dolorosas conforme se va haciendo digerible el hecho traumático en sí, permite que nuestra herida vaya poco a poco cicatrizando, y recuperar nuestra vida.


Dificultades relacionadas con la alimentación


En algunas personas la preocupación por la imagen corporal puede llevar a una serie de dietas cada vez más estrictas que en algunos casos pueden llevar a nuestro cuerpo a un estado de desnutrición. A menudo la abstinencia acaba desencadenando atracones incontrolables de comida, puede que acompañados de ejercicio físico exhaustivo o purgas para tratar de compensar estas ingestas. Poco a poco se puede experimentar una incapacidad para sentir sensaciones agradables, aislamiento e irritabilidad. Las personas cercanas pueden llegar a vivir este proceso con incomprensión y desesperación.

 

En estos casos se hace un trabajo a medio plazo que permite ir recuperando poco a poco el equilibrio a nivel físico, emocional y familiar.


Obsesiones y compulsiones


Cuando los pensamientos se vuelven obsesivos e insoportables, nos debilitan. Necesitamos que todo esté perfecto, en orden, hacer algunas cosas de una forma ritualizada para impedir la catástrofe. 

 

La terapia nos ayuda a encontrar el verdadero orden, el verdadero control, a través de la inmunización, como si de una vacuna se tratara. Lentamente se va produciendo un efecto avalancha, va cambiando nuestra percepción y empezamos a sentirnos profundamente relajados, a experimentar el mundo de una forma más placentera y a reconstruir nuestra propia vida.


Personas con diagnósticos de trastorno de la personalidad


Algunas personas desarrollan una personalidad en el contexto de un trauma relacional, como el abandono, abuso, situaciones subjetivamente dolorosas de poca gravedad pero muy sostenidas en el tiempo o asociadas a personas muy importantes para nuestro desarrollo, o la ausencia de figuras de referencia estables. A veces pueden ser dificultades emocionales experimentadas durante años.


Todo esto puede llevar a complejos esquemas que en ocasiones pueden generar mucho sufrimiento, y que en ocasiones son etiquetados como trastornos de personalidad.


En estos casos la terapia suele ser de larga duración, desbloqueando progresivamente la sintomatología y recuperando la capacidad para construir nuestro propio equilibrio psicológico.


Síntomas psicóticos


La pérdida total o parcial del contacto con la realidad que experimentan algunas personas en ocasiones es denominada sintomatología psicótica. Puede ir acompañada de un miedo aterrador a ser dañado o perseguido, alteraciones emocionales y comportamentales.

En algunos casos el episodio puede desencadenarse  ligado al consumo de sustancias, situaciones traumáticas o dificultades sostenidas en el tiempo.

Esta sintomatología puede generar una  problemática a nivel emocional, relacionar, laboral, social y familiar, que a su vez agrave la sintomatología.


Habitualmente el abordaje con una combinación de  terapia farmacológica y psicoterapia,  tanto a nivel individual como familiar, suele facilitar una mejor recuperación de estos episodios, logrando una mayor integración y rehabilitación socio-laboral, previniendo futuros episodios y permitiendo un mejor manejo del malestar a nivel familiar.


Bipolaridad 


Algunas personas experimentan episodios de intensa tristeza que en alguna ocasión pueden ir seguidos de fases denominadas maníacas donde predomina la euforia, el insomnio, la irritabilidad, y la desinhibición.


Un enfoque combinado a nivel farmacológico y psicoterapéutico suelen ser de gran ayuda para manejar estas dificultades y construir un equilibrio donde la persona pueda llevar una vida plena y una relación satisfactoria con su entorno.